miércoles, mayo 10, 2006

Las flores: mis amigas de siempre

En mi casa, en mis sueños, en mis escritos siempre surgen las flores. Acaso en una vida pasada fui jardinera o trabajé haciendo arreglos florales, o acaso fui una flor... Hablar de vidas pasadas es para mí una fantasía. Mas fantasía y realidad son aguas que se entremezclan en el territorio del juego en el cual habitamos quienes escribimos desde nuestro ser interior...


Al escribir poesía la imaginación me habita... y aparecen las palabras que tienen la musicalidad de mis mundos interiores, y entonces siento que no existe para mí, poesía sin el ritmo personal que me particulariza... Todos tienen un ritmo interior ¿lo sabías?...






En lúdico viaje



Como gata perezosa hoy amanecí

Resbalo por el tiempo voluptuosa espiritual

Me deslizo en los minutos
los segundos o quizás la eternidad

No los aprisiono con esa manía de exprimir

sólo me abandono
me dejo ir ...

Fluyo con la música en danza singular

mi cerebro
mi espina
y mi piel

se estremecen en inasible frenesí

como si viajara por la eternidad...



Resbalo por el tiempo

con las rosas punzó y plenitud
con los tonos de astromelias
y las blancas gypsofilas

lluvia diminuta de mi niñez

¡Cómo se exhiben las flores ante mí!

Seguras de sí mismas

plenas en su eternidad

fluyen en el viento en lúdico vaivén
ríen en el tiempo en ovalado frenesí

como si me esperaran antes de cruzar la línea luz




En melodioso movimiento
resbalo por el tiempo

como gata retozona
como su elástico brinco
o acaso
como el run-rún de su reposo

El sol mimoso
acaricia
la enroscada bellota de mi piel
que yace en el abrazo del cómodo sofá
Es un instante de azucena plenitud



Al ritmo musical de un viaje astral

blanco-púrpura sin fin

me deslizo con las flores en armonía sin igual

No importa de donde vengo
ni para donde voy

sólo resbalo por el tiempo
me dejo ir...



Como gata perezosa
hoy amanecí...






Y cuando terminé de escribir este poema -hace muchos años ya- me di cuenta que tenía un hermoso arreglo de rosas, astromelias y gypsofilas en el corazón...