miércoles, marzo 29, 2006

El destino

Con frecuencia he escuchado decir: "Nadie escapa a su destino", lo cual nos remite a un supuesto orden en el universo, a un libreto previamente escrito para cada hombre -quizás desde antes que este fuera concebido-- lo cual resulta una fatalidad, como la fatalidad que envolvió al pobre Edipo, condenado a matar a su padre y a ser el hombre de su madre... Fatalidad que ronda al ser humano --me pregunto hasta qué punto- desde siempre y que está plasmada en la literatura en innumerables relatos... ¿Quién no recuerda la historia de la cita con la muerte en Isfahan? El pobre protagonista ciertamente no la puede eludir...

Tampoco en "Tejamos, tejamos mano enloquecida" de Nuria Barrios, tres mujeres: abuela, madre e hija, pueden eludir su destino... Están condenadas a encarnar un remedo de la vida de las parcas --están destinadas a "causar" la muerte de sus esposos--, que en el decir de la hija : "Eran tres mujeres que tejían la vida de los hombres. Ellas los creaban y cuando decidían que uno de ellos debía morir, cortaban el hilo..." -Poder que excede en mucho al establecido en las mitologías griega y romana-- .La hija trata de evadir su destino como el personaje del relato de Isfahan pero sin éxito alguno. Por eso, al fin nos encontramos que al igual que la abuela y la madre, "en el banco del telar, la joven cortaba los hilos de la manta antes de rematarla" ... Es la fatalidad de las parcas o las moiras según los griegos... Fatalidad no porque sólo traigan desdichas --las dichas también están en sus manos-- sino porque todo está definido.En este contexto, nada se puede cambiar porque se alteraría el orden del universo. Parcas, moiras, moiras, parcas. Me gusta más la palabra moiras aunque al igual que sus contrapartes romanas personifiquen el inexorable destino de cada ser humano. Sí me gusta más la palabra moiras. Quizás porque me hace recordar a Juan Manuel que tiene un Taller de Diseño y elaboración de artesania en metal llamando "MOIRA"... Quizás porque me hace recordar el blog "LAMENTOS DE MOIRA" de Daniel... Manuel y Daniel tan caros a mis afectos, a la piel del corazón...

Moiras y parcas hacen pensar en libretos listos a ser representados, en senderos irrevocables. Prefiero volver los ojos a Borges y pensar con él que "El camino es fatal como la flecha/ Pero en las grietas está Dios, que acecha." Sí. Con Borges, prefiero pensar que es posible el milagro de la transformación de los libretos... Mas si ello no fuera posible que mejor que aceptar el propio destino por desafortunado que sea... s e r e n a m e n t e --sonrisas a granel y a veces una violeta en la mano--. Gozoso dolor porque se tiene la certeza de que, de algún modo, al fin del final todo saldrá muy bien...

viernes, marzo 24, 2006

Entre el instante y CICLO MUSICAL

Quiero compartir este poema que hace parte de mi libro "Palabras de agua en el espejo". Un libro olvidado como si la Santa Inquisición o los Oscuros hubieran ejercido su voluntad de hacerlo desparecer... Ja, ja, ja... una broma no sobra; en realidad es simplemente un libro olvidado. Bueno la idea es compartir, en un primer momento cosas de antaño, y luego ya veremos... No hay planes. He de compartir según me experimente en el momento... ¿Qué hay más poderoso que el instante?



CICLO MUSICAL


Si hojeo un libro sin desear leer
si un día trabajo
con ojos de piedra
el vientre vacío
a piel calcinada

o si acaso viajo como blanca luz

hacia aquel destino

que mi ser en pleno no quiero seguir

busco
busco entonces el Silencio
para renacer.



Si en ese Silencio

no siento la brisa
ni el aroma quieto de una flor sin nombre

mis ojos dirijo a la blanda muerte.

Telemann
Vivaldi
o quizás Chopin me acompañará
Sólo siete notas allí vibrarán

La gélida muerte me hace recordar

que la vida
tan sólo
tan sólo

perfume y fantasía es

Entonces me río
me río feliz

como fluye el río
brioso
helado

entre las montañas de la Soledad

Sale el nuevo día
para florecer.



Llueve fuego llueve llanto
Pergolesi, Bach o tal vez Bizet
Siete notas musicales
y vuelvo a reir

Una lágrima
Una lágrima desnuda
cae
rueda
se desliza

sobre el seno henchido de la tibia tierra

Do re mi... do re mi...

como por encanto
vuelvo a renacer...